La actitud marca la diferencia
Tras casi ya 24 años en el apasionante sector de la venta y después de unos meses frenéticos, dando formación en técnicas de venta y producto, te das cuenta que la esencia para ser un buen comercial, no es el producto que ofreces, ni los servicios, ni siquiera la solución que proporcionas a tu cliente, la esencia del buen comercial, como de cualquier profesional, sea cual sea su sector, es la actitud que tiene.
Tenemos que darnos cuenta que la actitud es la fuerza más poderosa que tenemos, gracias a ella podemos cambiar lo que nos sucede, o al menos el modo en el que le hacemos frente.
Gracias al poder de nuestra actitud, podemos comprender que no hay límites y que no tenemos por qué sentirnos desbordados por las circunstancias. Por muy grave que nos pueda resultar la situación, siempre terminaremos saliendo y superando ese bache.
No obstante, en ocasiones nuestras emociones ahogan nuestras esperanzas, pero tarde o temprano, no nos quedará otra que aceptar la situación y seguir adelante. ¿Por qué no hacerlo desde un principio? ¿Por qué no tener una actitud positiva?
No nos olvidemos de que la actitud es la fuerza más poderosa del cambio. Podemos tomar decisiones para salir de una situación que nos desagrada. Podemos aceptar aquello que no nos gusta, dejar de rechazarlo y seguir adelante.
Con la actitud elegimos algo tan sencillo como la forma de posicionarnos ante cualquier problema que nos depare la vida. Yo siempre digo que aquél que tiene la actitud para enamorarse de lo que hace, de su trabajo, de la vida en definitiva, no sé si triunfará, pero seguro que será más feliz.
En definitiva se puede saber mucho, pero si no le pones pasión a lo que haces seguramente no crezcas. Y claro que se puede ser bueno sin estar enamorado de lo que haces, la diferencia es ser bueno o ser el mejor.
Como dijo Kimball Young: “Se puede definir una actitud como la tendencia o predisposición aprendida, más o menos generalizada y de tono afectivo, a responder de un modo bastante persistente y característico, por lo común positiva o negativamente (a favor o en contra), con referencia a una situación, idea, valor, objeto o clase de objetos materiales, o a una persona o grupo de personas”.
Sólo de ti depende la actitud que tomes ante la vida, pero recuerda que la actitud es la fuerza más poderosa que impulsa los cambios, las decisiones y los nuevos rumbos.
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