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Enfermedades Raras (ER): Amiloidosis



Una de las llamadas Enfermedades Raras es la Amiloidosis, con una incidencia en torno a 15-20 personas por cada millón habitantes y año.


Esta enfermedad rara en la que proteínas plegadas de manera anormal forman fibrillas de amiloide que se acumulan en diversos tejidos y órganos, lo que en ocasiones da lugar a un deterioro del funcionamiento normal de los órganos, insuficiencia orgánica y muerte.


  • Los síntomas y la gravedad de la amiloidosis dependen de los órganos vitales que se vean afectados.

  • Se llega al diagnóstico obteniendo una muestra de tejido (muestra de biopsia) y examinándola al microscopio.

  • Hay muchas formas de amiloidosis, y se requieren otras pruebas para identificar la forma y su causa.

  • El tratamiento depende del tipo de amiloidosis.


Todos los tipos de amiloidosis implican una proteína que se pliega de forma anormal (todas las proteínas son largas cadenas de moléculas que se pliegan de una forma determinada). Las proteínas anormalmente plegadas se agrupan y se acumulan en diversos tejidos. Las acumulaciones se denominan depósitos de amiloide o fibrillas de amiloide. Hay muchas proteínas diferentes que pueden plegarse de manera anormal y formar depósitos de amiloide. Todas estas proteínas se producen dentro del cuerpo, es decir que no proceden de la dieta de la persona. Algunas proteínas amiloides son versiones mutadas de proteínas normales, mientras que otras son proteínas normales que simplemente tienen una tendencia a plegarse de forma anormal. Algunas de estas proteínas se producen en el organismo como consecuencia de diversas enfermedades.




Formas de amiloidosis



Los depósitos de amiloide pueden ser:

  • Sistémicos (afecta a amplias zonas de todo el cuerpo)

  • Localizados (que afectan sólo a un órgano o tejido)


La gravedad de la enfermedad depende de los órganos afectados por los depósitos de amiloide.







Amiloidosis sistémica





La amiloidosis sistémica se puede clasificar en cuatro grupos principales:

  • La amiloidosis AL (primaria) (amiloidosis de cadenas ligeras) cursa con alteraciones de las células plasmáticasque hacen que estas células produzcan cantidades excesivas de unas proteínas anormales que forman parte de los anticuerpos y que reciben el nombre de cadenas ligeras. Algunas personas con amiloidosis AL también tienen cáncer de las células plasmáticas (mieloma múltiple). Sólo alrededor del 10 al 20% de las personas con mieloma múltiple desarrollan amiloidosis AL. En la amiloidosis AL, los lugares habituales de depósito de amiloide son el corazón, los riñones, los nervios, la lengua, el intestino, el hígado, el bazo y los vasos sanguíneos.

  • La amiloidosis AA (secundaria) puede aparecer en respuesta a varias enfermedades que causan una inflamación o una infección persistente (como la tuberculosis, la artritis reumatoide y la fiebre mediterránea familiar) y a ciertos tipos de cáncer. Lo más habitual es que la amiloidosis AA cause enfermedad renal, aunque otros órganos también pueden verse afectadas.

  • La amiloidosis AF (familiar) es un conjunto de enfermedades hereditarias poco frecuentes que causa síntomas en la edad adulta. El defecto en la producción de amiloide se debe a mutaciones hereditarias de proteínas específicas en la sangre. Estas proteínas mutadas forman fibrillas amiloides que por lo general afectan a los riñones, los nervios o el corazón. La transtiretina mutada (ATTRm), una proteína producida por el hígado, es la causa más frecuente de amiloidosis familiar.

  • La amiloidosis causada por ATTRwt (tipo salvaje de la transtiretina) (anteriormente llamada amiloidosis sistémica senil) afecta habitualmente al corazón. Es mucho más frecuente en varones que en mujeres. La amiloidosis por ATTRwt está causada por el plegamiento anormal de la proteína transtiretina (tipo salvaje, no mutado) por lo demás normal. No se sabe cuál es la causa de que el amiloide se acumule en el corazón.






Amiloidosis localizada




La amiloidosis localizada se produce cuando se deposita amiloide en órganos o tejidos específicos. Por ejemplo, el amiloide también se acumula en el cerebro de las personas con la enfermedad de Alzheimer y se cree que esta acumulación puede ser una de las causas de esta enfermedad. También se pueden formar depósitos localizados de amiloide en la piel, el tracto digestivo, las vías respiratorias o la vejiga.







Síntomas

El depósito de grandes cantidades de amiloide puede alterar el funcionamiento normal de muchos órganos. En algunos casos aparecen pocos síntomas, mientras que, en ocasiones, la enfermedad adquiere un carácter grave, potencialmente mortal. El cansancio y el adelgazamiento son síntomas frecuentes de la amiloidosis; los demás síntomas dependen del lugar en el que se acumulen los depósitos de amiloide.





Cuando el corazón está afectado, las personas pueden presentar ritmos cardíacos anormales o insuficiencia cardíaca, que puede a su vez dar lugar a dificultad para respirar, debilidad, o desmayo. Cuando son los nervios los que resultan afectados, las personas pueden presentar hormigueo o entumecimiento en los dedos de las manos o los pies, o mareos al ponerse de pie. Cuando los riñones están afectados, las personas pueden presentar hinchazón (edema) de los pies y las piernas y, a veces el abdomen. Cuando la piel es la afectada, es común que aparezcan moretones, en ocasiones alrededor de los ojos. A veces la lengua se hace más voluminosa (macroglosia).






Tratamiento




  • En la amiloidosis AL, quimioterapia

  • En la amiloidosis AA, tratamiento del trastorno subyacente

  • En la amiloidosis causada por depósitos de proteína transtiretina, fármacos que estabilicen la transtiretina

  • En ocasiones, trasplante de órganos


En la mayoría de los casos, el tratamiento para disminuir o controlar los síntomas y las complicaciones de la amiloidosis puede mejorar la calidad de vida de las personas que presentan cualquiera de los tipos de amiloidosis. Los tratamientos específicos para hacer más lenta o detener la formación de amiloide puede ayudar a ciertas formas de amiloidosis.


Para las personas con amiloidosis AL, la quimioterapia con melfalán y fármacos de aparición más reciente, como el bortezomib y la lenalidomida, a veces conjuntamente con un trasplante de células madre periférico, puede detener la enfermedad en la médula ósea y evitar la progresión de los depósitos de amiloide.


En el caso de la amiloidosis AA (secundaria) el tratamiento de la enfermedad subyacente puede reducir los depósitos de amiloide. Para la amiloidosis AA causada específicamente por la fiebre mediterránea familiar, la colchicina es muy eficaz.


Para la amiloidosis causada por depósitos de la proteína transtiretina, fármacos tales como el diflunisal y el tafamidis pueden estabilizar la proteína transtiretina mutada (evitando que forme fibrillas de amiloide) y hacer que la enfermedad avance de forma más lenta. Se están desarrollando terapias génicas que reducen la producción de transtiretina.


Los trasplantes de órganos (por ejemplo, un riñón o el corazón) han prolongado la vida de algunos pacientes con insuficiencia orgánica secundaria a la amiloidosis.


En la amiloidosis familiar por transtiretina, puede recurrirse a un trasplante de hígado. El trasplante de hígado puede retardar la progresión de la enfermedad, ya que es en este órgano donde se produce la proteína mutante. Curiosamente, debido a la escasez de donantes de órganos, el hígado de una persona con amiloidosis familiar por transtiretina a veces se trasplanta a personas con una enfermedad hepática fatal, como cirrosis o cáncer de hígado. Un "trasplante dominó" de este tipo es posible porque el hígado de una persona con amiloidosis familiar por transtiretina es por lo demás un hígado con funcionalidad normal. A pesar de que las personas que reciben un hígado de una persona con amiloidosis familiar por transtiretina pueden llegar a desarrollar amiloidosis, esto podría tardar muchos años en ocurrir y el trasplante puede salvarles la vida a corto plazo.





El pasado 10 de noviembre de 2017 en una entrevista de infosalus al doctor Ramón Lecumberri, especialista del servicio de Hematología de la Clínica Universidad de Navarra (CUN), comentaba sobre la enfermedad: "Que no sea curable no significa que no sea compatible con la supervivencia a largo plazo. Se puede vivir perfectamente con ella y la clave es el diagnóstico precoz. La clave es la sospecha precoz y el diagnóstico temprano. Estar atento a esos síntomas. Es una enfermedad que ha estado olvidada muchos años pero ahora sí se está más pendiente de ella, se habla más de ella"



Os invito a seguir la colmena de Enfermedades Raras, donde podréis compartir todo aquello relacionado con estas enfermedades e informaros de las numerosas ER.


Fuentes: Wikipedia, FEDER, Orphanet, Manual Merk


Fernando Santa Isabel

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